
Ahora que trabajo en el BVC puedo hablar con más propiedad de los asuntos inherentes a una empresa de esta magnitud, pues antes estaba en algo tan pequeño que cualquier comentario era estúpido e irrelevante.
Me asombra ver cómo se viste la gente para venir a trabajar a esta institución. Cuando ves el panorama desde afuera te imaginas que la gente aquí es muy elegante (o por lo menos seria o sobria) y resulta que te consigues con una cantidad de payasos y payasas que parecieran no estar bien ubicados en el sitio donde trabajan.
Te puedes encontrar con gente en blue jeanes cualquier día de la semana (cuando sólo están permitidos los viernes), también te consigues con unas superminifaldas o escotes pronunciadísimos. Lo de las minifaldas es terrible, sobre todo cuando se trata de cincuentonas que a pesar de que tienen muy buen cuerpo se les ve ridículo.
Por otro lado, el tema de las botas con las faldas ya es algo más relacionado con el mal gusto, pero es patético ver a una señora con falda de picos y botas de punta a las 8 de la mañana en el centro de la ciudad. Hay mujeres que vienen en extremo desaliñadas y trabajan en RR HH. También hay aquellos que son ultra fashion (hombres y mujeres) y les queda horrible la pinta (sobre todo los hombres: zapatos de punta larga, pantalones pegados, camisas con cuellos anchos...). En fin, hay de todo un poco . Evidentemente están los bien vestidos, pero destacan los anteriores porque están tan fuera de lugar que no pasan desapercibidos.
Esta institución tiene códigos de vestimenta que nadie le dice a uno al entrar, pero uno se los imagina y se viste en consecuencia, sin embargo, parece que los que tienen más tiempo aquí los olvidaron hace años y nadie se los recordó. Es patético.