miércoles, diciembre 28, 2005

Ultimo dia*


Hoy por fin es mi último día de trabajo en Comala por este año. Me voy a descansar hasta el lunes 9 de enero cuando volveré con las pilas bien puestas. No es que vaya a hacer nada de particular porque no puedo salir de viaje ya que Guillermo trabaja, pero el solo hecho de no tener que madrugar todos los días y tener que salir obligatoriamente de mi casa ya es suficiente descanso.

Además, el tiempo me rendirá para hacer cosas en la casa, arreglarme un poco, estar con Guillermo y las perruchas y corregir unos libritos pendientes que me quedan.

Creo que hoy tiraré la toalla temprano y me iré a mi casita pues soy la única en la oficina. La dedicada diseñadora no vino hoy por un malestar estomacal de último minuto y todos los demás están de vacaciones, así que quedo yo, un poco aburrida pero aprovechando el tiempo para terminar ciertas cosas pendientes.

¿Por qué será que la gente es tan conchúa? ¿Por qué será que si no hay un látigo de por medio o un jefe cayendo a gritos, la gente no hace las cosas bien? Yo no entiendo, la falta de proactividad que me rodea en la oficina me espanta. Me parece insólito que en una oficina de cinco personas haya algunas que se escurran el bulto de tal manera que le dejan toda la responsabilidad al más pendejo (generalmente yo y no por pendeja sino por responsable).

Lo peor de todo es que las cosas van pasando y el tiempo también, la gente no aprende y nadie con la autoridad debida llama la atención. Por lo pronto, Comala seguirá siendo un pueblo sin ley con una o dos personas haciendo su trabajo y arreando a los demás... ¡qué triste!

Ésta es mi reflexión laboral de cierre del año porque hoy, sola como estoy en este hueco congelado que se cree catarata, me dio por ahí.

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* Me estresa poner títulos con palabras que necesiten llevar acento porque no los reconoce. No entiendo por qué sí se pueden poner en el cuerpo de texto y no en el título... En fin...

miércoles, diciembre 21, 2005

Balance


Este final de año ha estado acompañado de muchas cosas buenas, abundante felicidad y bastantes sueños cumplidos. Todo el trabajo del año ha rendido sus frutos económicos que han redundado en cosas materiales que si bien no son prioridad ayudan a que la vida sea un poco más sabrosa y cómoda.

Hemos podido adquirir todas las cosas que queríamos desde hace bastante tiempo y que por Re o por Fa nunca habíamos podido comprar y/o disfrutar. Es así como en este fin de año estamos estrenando equipo MP3 para el carro, Palm, DVD, Home Theatre y lo más fino de todo una IMac G5, que especialmente Guillermo anhelaba con todo su ser.

En este punto del camino puedo hacer un balance del año 2005, ya que, aunque no es fin de año como tal es día del espíritu de la Navidad (quien tuvo la bondad de concederme todos los deseos que le pedí el año pasado). Volviendo al balance, este año ha sido muy bueno: hemos tenido trabajo, hemos estado muy tranquilos en casa y, apesar de que la niña Saku pasó por momentos difíciles, todo terminó muy bien. La bebé actualmente goza de excelente salud y en estos días se está desarrollando. Mega por su parte tiene tiempo que está muy bien, muy sana y muy tranquila. Además de las perruchas (a quienes siempre pongo por delante) debo decir que también mis padres y seres queridos han estado muy bien. Qué más puedo decir, todas mis prioridades están cubiertas en buen modo. Simplemente soy feliz.

Hoy pediré otros deseos porque el año que viene se perfila interesante y retador (tenemos que conseguir casa nueva)... ya veremos como se desenvuelve 2006.

¡Feliz Navidad!

lunes, diciembre 05, 2005

Palm


Desde hace bastante tiempo habíamos decidido que, en vista de mis graves problemas de memoria y las múltiples ocupaciones de las cuales tengo que estar pendiente tanto en mi trabajo como en los freelance, era necesario que yo tuviese una palm. Es mucho más práctica que una agenda y mucho más rendidora.

Guillermo no quiso esperar a que éste fuese mi regalo "sorpresa"* del 24 y decidió regalarme de una vez una muy sencilla pero muy linda palm modelo Z22. Es bastante fácil de manejar y suficiente para convertirse en mi organizador personal. Es pequeña por lo que no me molesta cargarla en la cartera junto con las doscientas mil cosas más que tengo allí y me encanta, parece un IPod.

Hoy no pude ir a trabajar porque la gripe que él tenía también me la dejó de regalo y esta mañana amanecí con un dolor de huesos que tenía años que no me daba, por lo que apenas ahora (casi a las 4 pm) es que me he podido levantar de mi cama y he podido jugar un poco con mi nueva adquisición.


*Pongo sorpresa entre comillas porque ya no tenemos nada que regalarnos el 24, nos lo hemos dado todo... ya veremos qué sorpresa inventamos ese día.