domingo, enero 15, 2006

28



Ya tengo veintiocho años qué horror. Parece ayer cuando era una adolescente "y que" rockera con pretensiones de ácida y lo que escuchaba era el heavy metal más suave de todos (Bon Jovi, Guns'n Roses, Poison –por el amor de Dios Poison–, Skid Row y afines) y vivía adorando un afiche de Jon Bon Jovi tamaño real guindado en la cabecera de mi cama. Sí así era yo... lo veo en perspectiva y digo peeeerrro la vida pasa y uno evoluciona gracias a Dios porque se ve feo (realmente feo no es la palabra, pero no encuentro otra) desde la distancia, aunque en el momento uno se lo tripea al máximo.

Yo nunca me he arrepentido ni avergonzado de nada de lo que he hecho en mi vida (ni siquiera cuando sólo me vestía de negro y me pintaba la boca de vino tinto). Cada año presenta siempre nuevos retos y trae consigo aprendizajes que uno aprecia a la larga (cuando entiende que en efecto se aprendió algo).

Creo que veintiocho es una edad interesante porque estás más cerca de los treintas (que necesariamente deben generar cierta crisis) pero todavía estás en los veintes. Eso sí, ya no eres una muchachita y a la vida tienes que tratarla con la madurez que representa haberla vivido y padecido durante veintiocho largos años que se dicen rápido (aprox. 10.220 días de vida).

Hoy me siento bien, tranquila, plena y feliz. Voy a estar con mis seres queridos y mañana la vida sigue igualita, con la única diferencia que ahora, en cualquier formulario, que se deba llenar tendré que poner "Edad: 28 años".

3 comentarios:

Lucanor dijo...

felicidades al cuadrado!

superdharma dijo...

Me siento como una gafa escribiendo aquí una felicitación, como si no te hubiera visto y no hubiera celebrado contigo.

Pero es que, después de pensarlo mucho, sentí que debía decirte: definitivamente siento lo mismo. No sé si es que uno vive la vida sin remordimientos, pero eso de cambiar el numerito cuando uno cumple años es lo único que siento como realmente "renovador".

Siendo un año y 3 meses (aprox.) mayor que tú, la sensación es la misma. Y eso que, dicen las malas lenguas, ya debería estar viviendo la crisis de los 30... pero nada, es como si me resbalara. No siento que la vida sea cuestión de números, sino de logros, de experiencias, de crecimiento.

Así pues, vamos a reírnos un poco de la edad, y a seguir viviendo a plenitud, y a seguir lloviendo sobre mojado en los blogs, y a seguir contagiándole la gripe a los demás. Creo que de eso se trata...

LuisRaa dijo...

Gaby, al igual que Super te deseo lo mejor, estuve pensando que Lucanor te quiere regalar su sangre y su corazon y por eso se genero la sinusitis con sus hojillas que tiene encaletadas en el baño.

un besote